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De cualidades extraordinarias, el cuarzo se ha impuesto en el mercado de la encimera. Este mineral compuesto de sílice y enriquecido con pigmentos y resinas que maximizan sus propiedades, destaca entre los más demandados en baños y cocinas por su dureza, baja porosidad, larga vida útil y valor estético.
Gracias a sus bajas emisiones y reciclabilidad, el cuarzo en encimeras para cocinas ha ganado enteros en el sector de la construcción y la reforma, cuyas actuaciones son cada vez más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
Y es que son muchas las ventajas y desventajas de las encimeras de cuarzo. Más allá de su elegancia, polivalencia y durabilidad, al silicato cristalizado se le afea, como contrapartida, su precio elevado y su vulnerabilidad al calor extremo.
¿Cuáles son los pros y contras de las encimeras de cuarzo?
Resistencia a la humedad y la corrosión
Las encimeras de cuarzo poseen una alta resistencia a la humedad ambiental, el derramamiento de líquidos o la salpicadura de aceites y ácidos de los alimentos. Mientras que otros materiales tienden a absorber estos líquidos y a generar manchas indeseadas, el cuarzo mantiene su impermeabilidad.
Esta característica se debe a la baja porosidad del cuarzo, que impide que la humedad y los líquidos traspasen su superficie y deterioren sus cualidades estéticas. Como resultado, su limpieza y mantenimiento diarios se simplifican, siendo esta una de las principales ventajas de las encimeras de cuarzo, aventajando al granito y otros materiales con los que compite.
Calidad y valor estético
El cuarzo figura entre las piedras naturales más cotizadas por su calidad y apariencia refinada. Su fama se remonta al período Neolítico (aparece en amuletos, colgantes, etcétera, con cinco mil años de antigüedad), y hoy se ha consolidado como uno de los materiales más apreciados entre los fabricantes de encimeras.
En concreto, las encimeras desarrolladas con este mineral transparente muestran una amplia versatilidad, ya que se lo puede combinar con una infinita variedad de de colores y diseños, con patrones de vetas y motas de distinto tono que hacen de cada producto una pieza única y exclusiva. Son muchas las opiniones sobre las encimeras de cuarzo que alaban esta diversidad.
Por esta razón, las superficies de dicho material no generan conflictos, ni problemas de compatibilidad. En cocinas previamente amuebladas y decoradas, el cuarzo es una apuesta segura, pues no resulta difícil encontrar una encimera cuya estética armonice con el estilo y la paleta de colores de su entorno.
Prolongada vida útil
Al sopesar los pros y contras de las encimeras de cuarzo, la durabilidad es una característica de especial interés. La acción de cuchillos o el movimiento de sartenes y cacerolas ponen a prueba la resistencia de estas superficies, expuestas a las rayaduras, la decoloración y otros estropicios comunes con el paso del tiempo.
La vida útil de este tipo de encimera para cocina es muy elevada gracias a la dureza del cuarzo. De hecho, en la antigüedad se empleó para fabricar utensilios y herramientas, y si observamos la Escala de Mohs, el cuarzo se codea con minerales como el diamante o el topacio, ocupando el cuarto puesto con una dureza de 6.5 en esta escala. Esta propiedad, sumada a su escasa porosidad, explica la pulidez del silicato cristalizado y su fácil limpieza.
Respetuoso con el medio ambiente
Después del feldespato, el cuarzo presume de ser el mineral más abundante de la corteza terrestre. Esta exuberancia posibilita su explotación sin temor a agotar los recursos naturales. Se trata de un material reutilizable, además. En cualquiera de sus aplicaciones, incluidas las encimeras de baño y cocina, el cuarzo puede recibir una segunda vida, previniendo así el desperdicio de recursos y contribuyendo a la economía circular.
Otro de los beneficios de las encimeras de cuarzo es el impacto ambiental de su producción, mínimo en comparación con otras soluciones gracias al uso preferencial de materias naturales y a unas bajas emisiones. Las marcas de cuarzo lideres, continuamente mejoran la sostenibilidad y la seguridad del uso de las superficies de cuarzo.
Cosentino, por ejemplo, ha lanzado la colección de cuarzo Silestone XM, la cual garantiza un límite máximo de 10% de composición de sílice, mejorando la calidad de aire interior, y minimizando los riesgos de salud para los marmolistas cortando el material.
El cuarzo Compac, por su parte, ofrece piedras con la etiqueta Compac Q10, limitado el uso sílice por debajo del 10% de la composición total de la superficie, y utilizando la ‘Ciencia Circular’ la cual utiliza 98% de aguas de lluvia para producirlo, y un 100% de energía eléctrica renovable. Por lo tanto, invertir en cuarzo supone reducir la huella de carbono.
Mantenimiento simple
La preparación de alimentos y el soporte de recipientes, piletas y utensilios son las funciones primordiales que recaen sobre la encimera de cuarzo para cocina. Esta superficie multifunción se ensucia prácticamente con cada uso y debe higienizarse en pocos minutos. El cuarzo, por su nula porosidad, agiliza notablemente esta obligación, sin riesgo de que el agua jabonosa pueda dañar su estética.
Pero la limpieza y mantenimiento del silicato cristalizado debe hacerse con productos de PH inferior a 12. En términos simples, agua y jabón es todo lo que se necesite para la limpieza diaria de las encimeras de cuarzo. Se desaconseja la aplicación de amoniacos, lejías, disolventes o ácidos fluorhídricos.
Vulnerable al calor extremo
Pese a soportar temperaturas extremas, la resistencia térmica del cuarzo no es comparable a la del terrazo, la porcelana o la cuarcita, superficies en las que pueden depositen sartenes, ollas, etcétera, recién apartadas del fogón. Los choques térmicos pueden decolorar y limitar la vida útil del cuarzo. Para remediarlo, basta con utilizar una alfombrilla resistente al calor en las áreas más expuestas.
Con las encimeras de cuarzo, se recomienda extremar la precaución, pues el contacto con objetos a 150 grados centígrados o más provocaría que las áreas de contacto cristalicen y pierden su apariencia pulida, brillante y uniforme. No obstante, sería necesario aplicar un cuerpo extremadamente caliente durante un tiempo prolongado para hacer mella en el cuarzo. Por lo demás, las fluctuaciones de temperatura y humedad de las cocinas industriales no suponen un problema.
Menos económico que otros materiales
El precio de las encimeras de cuarzo las sitúa entre las más cotizadas del mercado, sin alcanzar las cifras de la cuarcita y otros materiales más selectos. Su rango de precios, de dos a tres dígitos por metro cuadrado, no es su mayor atractivo, y por eso la piedra caliza, el granito nacional y otras alternativas son más utilizadas en proyectos de reforma con un presupuesto ajustado.
Sin embargo, la durabilidad y altas prestaciones del cuarzo justifican su precio ligeramente más elevado, siendo de hecho una inversión de futuro en toda regla. Además, la exclusividad y distinción que brinda a la cocina —parafraseando un conocido eslogan— no se compran con dinero.
Alan Nussbaum, Gerente de Ventas y Marketing en Encimeras Málaga, es un profesional reconocido internacionalmente por su labor con encimeras de piedra. Creó una de las primeras empresas encimeras oline en 2012 y la primera empresa de construcción en aceptar criptomonedas en 2018 antes de fundar Encimeras Málaga junto a Noelia. Como resultado, su trabajo aparece en numerosas revistas de piedra y decoración del hogar, y colabora regularmente con las principales marcas de superficies naturales y compuestas. Antes de iniciar una exitosa carrera como marmolista, Alan trabajó como Gerente Regional de Compac, y gestionó marcas de moda de lujo, incluyendo Burberry.